Ficha técnica:
Título: “El Señor de las Moscas”
Año: 1990.
Productor: Harry Hook.
País de Origen: Estados Unidos
Casa productora: Metro-Goldwing Mayer.
Digamos que un día usted sufre una
accidente que lo deja varado en una isla con personas que conoce, que incluso
puede llamar “amigos”, pronto se dará cuenta de que la sociedad en la que vivía
antes de la tragedia ya no existe; no existen leyes, normas ni sanciones ¿Quién
puede castigarlo si hace algo incorrecto ahora? Nadie. Usted puede robar
alimento de sus compañeros o incluso matarlos para sobrevivir y como ya no está
viviendo en sociedad no habrá castigo. Este punto lo toca la, “El señor de las
Moscas” que a su vez está basada en la novela homónima escrita por William
Golding.
La historia comienza con un grupo de
niños que sufren un accidente aéreo y naufragan en una isla, el único adulto
que los acompaña esta mortalmente herido y es incapaz de lidiar con ellos. Los
niños oscilan entre las edades de 6 y 12 años, los más grandes tratan de
organizarse civilizadamente y grandes y pequeños eligen a Ralph, el niño más
inteligente y noble del grupo como líder; pero Jack, un niño conflictivo y
rebelde, está celoso de tal nombramiento. Ralph decide dividir a todos los
niños en dos grupos, el comandará a los que están a cargo de conseguir Refugio
y designa a Jack como líder de “Los cazadores”, encargados de conseguir la
comida. Para asegurarse de que las nuevas normas se cumplan; de una forma
inocente, establecen que una caracola que encuentran en las cercanías será como
el cetro del grupo y quien la porte y la haga sonar tendrá la palabra.
Eventualmente los niños, en especial
Jack, dejan ver claramente su agresividad natural; aprovecha que los más
pequeños creen que en la Isla hay una especie de monstruo para manipularlos
mientras que “los cazadores” más grandes se dan cuenta de su nueva realidad: No
hay adultos que los castiguen, no hay sanciones ¿Qué obliga a los niños a
respetar “la caracola”?, ¿quién los obliga a respetar las reglas? La
desfachatez y los más bajos instintos se desatan y no existe culpa ni
remordimiento alguno.
Desde el punto de vista reflexivo,
esta película hace que el espectador se pregunte ¿Es el hombre bueno o malo por
naturaleza? Quizás ni una ni otra, aunque Rousseau dice que “El lobo de el
hombre es el propio hombre” y es que el
ser humano es el único ser vivo que mata por matar y también el único que desde
pequeño aprende el concepto de maldad y como aplicarlo. La caracola, no es un
personaje como tal obviamente, pero es un elemento fundamental de la trama que
es lo más cercano a representar el orden en sociedad y por lo tanto las normas
y leyes, las cuales vienen desapareciendo si a la mayor parte de la sociedad no
le interesan ¿le suena familiar?
Cada uno de los personajes simboliza
alguna faceta, por la cual todos como seres humanos, pasamos en algún momento
de nuestras vidas; por ejemplo: Ralph representa los buenos sentimientos, la
nobleza, el deseo de hacer el bien. Jack por su parte representa la envidia, la
ira, el hambre de poder y el egoísmo. A lo largo de la historia intervienen más
niños y en todos encontrará algún rasgo distintivo ya sea bueno o malo.
Aconsejo que esta película no sea
vista por los más pequeños, lo dejo a criterio de los padres pero advierto que
es muy cruda, violenta y triste. Sin embargo, para público de 15 años en
adelante es una buena aportación cultural y una invitación a pensar lo bajo que
podemos caer a pesar de ser animales “racionales”. Los demás detalles de
producción son buenos para le época, la fotografía e iluminación le dan toques
de misterio cuando corresponde y envuelve la trama perfectamente, en mi opinión
merece 4 de 5 estrellas, no es excelente por mínimos detalles de continuidad,
pero es muy buena y merece un buen lugar en su acervo.
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