"Ésta chica es como una camelia creciendo en las profundidades de un pantano"
La anterior, es una reflexión
popular derivada de la película de animación japonesa Midori, la niña de las
camelias (1992), también conocida como Shōjo Tsubaki o Mr. Arashi's Amazing Freak Show,
y basada en el manga creado por Suehiro Maruo, un digno representante de la
novela gráfica gore en Japón.
La historia nos cuenta las
desventuras de una niña de 12 años llamada Midori, quien al ser
abandonada por su padre; es la principal responsable de llevar el sustento a su
hogar debido a la extraña y fatal enfermedad de su madre. Para ayudarse, la
pequeña vende camelias a los transeúntes
de una calle japonesa aleatoria.
Un día, un hombre se ofrece a
ayudarla luego de comprarle todas las flores, y aunque Midori desconfía al
principio, conserva la tarjeta de presentación de aquel extraño, pues podría
darle trabajo en un futuro y realizar su más grande sueño: ir a la escuela.
Luego de haber vendido toda su
mercancía, Midori regresa emocionada a su casa para contarle a su madre el
encuentro con aquel hombre y la posibilidad de enderezar su destino de ahora en
adelante. Por desgracia, la pequeña halla muerta a su madre, su cuerpo había cedido a la enfermedad e incluso está infestado de ratas y en avanzado
estado de descomposición.
Desamparada y sin ahorros, Midori
no tiene otra elección más que acudir a la dirección que tiene la tarjeta que
le dio el hombre aquella tarde. Aquí comienzan las desgracias de nuestra
protagonista...
Aquel hombre resulta ser el
"Señor Arashi", un manager codicioso de nada más y nada menos que un
circo de "fenómenos", entre los cuales figuran: la Mujer Serpiente,
un "Gigante", un "chico-chica", el Hombre Momia, etc. Todos
resultan ser una escoria y tratan a Midori como esclava, además cometen todo
tipo de abusos hacia la pobre niña.
La película logra ser aún más
perturbadora debido a la animación, y aunque resultó ser así por el bajo
presupuesto con el que contó en aquel entonces, parece quedar perfecta con el
contexto crudo de la historia. Es un magnífico trabajo de dibujo y animación
hecho a mano por el mismísimo Maruo.
Originalmente la cinta estaba
destinada a ser un cortometraje, pero la densidad de los tomos del manga y el
argumento en sí, daban para más.
Muy aparte del argumento
principal, ésta película toca temas muy crudos, que si hoy escandalizan tus
oídos, imagínatela hace más de 20 años en su estreno: abuso sexual infantil,
maltrato animal indiscriminado, esclavitud, pedofilia, en fin; ese tipo de películas que no querrías
ponérsela a un niño ni por error (a menos quisieras hacerle pasar un mal ratol).
La compleja aventura de Midori tiene
un final confuso y totalmente abierto a la interpretación, por una parte parece
haber encontrado la felicidad (aunque no una típica para una niña de su edad),
no obstante; el clímax da un giro inesperado que abre más posibilidades.
El argumento es totalmente
atípico y crudo, pero visualmente tanto en el manga como en la animación, es
muy estético; en especial con la aparición del mago Masamitsu, una nueva
atracción para el circo que según juzgue cada espectador, puede representar la
salvación o el hundimiento para Midori.
La película es recomendada para
aquellos que por alguna razón disfruten del gore animado, terror psicológico y
teología japonesa. En ningún caso la recomendaría a menores de 15 años (aunque
se indigne ésta muchachada de ahora). Tampoco es una película para "mochos",
"mojigatos" o como prefieran llamarse, ya que requiere de un muy amplio
criterio.
Si el morbo les gana, les dejo el enlace para verla; pero no me hago responsable por el repudio o los traumas que pueda causarles:
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