jueves, 16 de julio de 2015

Brevísima reflexión: mandatarios ausentes en tiempos de capos fugaces


Desde el domingo, la Secretaría de Gobernación y la PGR, han intentado explicarnos de forma coherente la fuga de uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo: Joaquín Guzmán Loera -"El Chapo", para los compas-. Así como representantes de la administración federal pretenden que yo entienda y me conforme con la versión del túnel "invisible", pondré un ejemplo analógico, muy a partir de mi situación:

Supongamos que hace unos meses salí al balconcito que tiene mi departamento y decidí poner una especie de roof garden en él a pesar del limitado espacio. Al hacer las instalaciones necesarias, la tierra y los escombros restantes, caían en la terraza de mis vecinos de los pisos de abajo, creo que hasta accidentalmente maté al canario de Doña Chona el tercer piso, el pobre vio su fin cuando un pedazo de mosaico de grandes dimensiones cayó sobre su jaula.

Mis vecinos de arriba eran testigos de todo el ruido que hacía, pues además de los propiciados por las herramientas,  ponía música escandalosa mientras lograba mi nuevo caprichito. A pesar de todo, ninguno se quejó, no me hicieron escándalo a la puerta, no me acusaron con el administrador, Doña Chona parecía no haber notado el deceso de "Pichirris" -así se llamaba el canario-, etc.

El problema fue cuando el mini jardín estaba terminado, 17 meses después. Hasta entonces el administrador del edificio me dijo que no se podía instalar una estructura de esa complejidad, Doña Chona me reclamó apesadumbrada con el cadáver descompuesto de "Pichirris" en sus manos y los vecinos de arriba se quejaron de música que ya no ponía.

¿Cómo es que nadie me detuvo antes? porque el daño ya está hecho.

Así como se escucha de absurda mi historia fantasiosa anterior, me suena la fuga de Chapo por un mega-túnel que nadie vio ni escuchó, y que apareció así tal cual, con iluminación, ventilación y todas las precauciones propias de la ingeniería más profesional.

Por cierto, ya que hablamos de magnánimas construcciones y de "Pichirris", el canario ficticio, ayer se dio a conocer que en el túnel por donde se dio el escape, fue inspeccionado por aves, ya saben, como las que se utilizan para detectar acumulaciones de bióxido de carbono u otros gases nocivos en minas o infraestructuras subterráneas.



En fin, el Chapo-ducto de 1.5 kilómetros de largo y 19 metros de profundidad, además de sofisticado, resultó supervisado tanto por personas, como por pájaros -algunos de ellos aún encontrados con vida-.Y bueno, eso es sólo un vestigio de las muchas contradicciones que hay en el caso.

Retener encerrado a un criminal de la talla y poder de Joaquín Guzmán es idílico y casi imposible, estamos hablando de un nuevo Pablo Escobar a la décima potencia, no obstante; si el sistema penal asumiera la transparencia y eficacia de la que hace alarde en todos sus spots, otra historia sería. La contrariedad es pan de todos los días en México, pero vaya festín que nos aventó SEGOB ¿no?

Por su parte, EPN pasea en Francia con la distinguida Primera Dama y otros cientos de acompañantes que sirven de... ¿de qué? ¿para qué iban tantos? bueno da igual, lo paseado nadie se los quita; mientras tanto, la credibilidad de su mandato se cae a pedazos y es obvio que cuando termine su sexenio, nunca podrá pasearse entre los otros ciudadanos de manera campante -mucho menos viajar en clase turista con "la prole"-.

¿El Chapo? libre, ¿Osorio Chong? "nomás milando" y Peña Nieto con miles de medallas de distinción en el extranjero... pero ninguna aquí que le haya sido otorgada por conformidad democrática.


Además de la clara fractura que proviene de La Silla, parte de la sociedad también me consterna: alabar al Chapo y verlo como un" ejemplo", a la par que exigimos justicia social no es posible ¿dónde quedó nuestra lógica mexicanos? Cuando la reflexión ética y el razonamiento lleguen a la vox populi podría ser muy tarde y las consecuencias devastadoras.

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