La edición pasada hablábamos sobre priorizar los problemas
sociales más graves y dejar de quejarnos por tonterías. Este fin de semana ha
sucedido un hecho tan prioritario como lamentable que no debemos pasar por alto
y que debe ocupar nuestras mentes antes de quejarnos por el espectacular de la
nueva película de X-MEN (ideado por el “patriarcado opresor”), condenar a un
zoológico por una medida de emergencia para salvar la vida de un niño o rasgarnos
las vestiduras por un “maestro” necio y
millonario detenido por las autoridades mexicanas.
La ciudad estadounidense de Orlando fue foco de violencia
esta madrugada, cuando un crimen de odio sacudió a la comunidad gay con 50 muertos
y 53 heridos en el conocido club PULSE.
A estas alturas del día, sabemos que la autoría se la
adjudicó el Estado Islámico y que el atacante, Omar Siddique Mateen, es
ciudadano norteamericano de ascendencia afgana. Aparentemente lo que desató la
ira del victimario fue el hecho de ver a una pareja gay besándose semanas atrás.
En su retorcida mente, este hecho fue suficiente para tomar un rifle AR-15 y
disparar al azar dentro de PULSE. El cinismo de Omar, llegó a tal grado, que
minutos antes de la intrusión al centro nocturno, llamó al 911 para declararse “fan”
de ISIS.
No hace falta que analicemos la opinión de cada habitante
del mundo sobre este hecho; hay posturas claras por parte de figuras
importantes y mediáticamente cercanas de las cuales parte nuestro propio juicio.
Barack Obama y la candidata demócrata Hilary Clinton, por ejemplo, han
expresado su solidaridad con los familiares de las víctimas y su mutua
preocupación por la facilidad con la que se consigue un arma en el país del
norte.
En el lado opuesto, el vicegobernador de Texas, el
republicano Dan Patrick, emitió un mensaje en Twitter pocas horas después del
crimen, en el cual citó la Biblia:
“No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se
siembra”
Como era de esperarse, el repudio lo alcanzó y Patrick se
vio obligado a borrar tan inoportuna publicación. En un lastimoso intento, el
portavoz de la campaña de Dan, Allen Blakemore, negó que el mensaje estuviera
vinculado con la masacre en Orlando; aseguró que Patrick suele programar
mensajes en los medios sociales con citas bíblicas; no obstante, la
coincidencia es abrumadora y el daño ya está hecho.
Es indignante la falta de empatía por parte de los
ultraconservadores con las elecciones presidenciales estadounidenses en puerta,
sin duda la postura sobre este atentado será un hecho determinante: entre la sonada
xenofobia de Donald Trump y la homofobia floreciendo con los republicanos más
arcaicos en general; se espera que los votantes muestren el suficiente
raciocinio en noviembre próximo para poner su futuro en manos correctas y responsables.
En México tenemos nuestro propio imprudente, quien decidió
no guardarse su estupidez para sí mismo. José de Jesús Manzo Corona, director A
de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social de Jalisco, lanzó su
comentario al respecto en su perfil de Facebook:
“Lástima que sólo fueron 50 y no 100”,
Refiriéndose a la cifra de fallecidos en PULSE. Por hacerse
el chistosito y expresarse así públicamente, el gobernador Aristóteles Sandoval
pidió la renuncia de Manzo Corona. Bien ahí con una acción pronta y concreta por
parte del gobierno (como debería ser siempre).
La conclusión es que urge, además de priorizar los problemas
sociales, desarrollar empatía y respeto entre nosotros, porque quizás haya
crímenes de odio peores que este del que no sepamos, quizás alguien me la esté
mentando en su cabecita porqué decidí hablar en específico de este atentado y
no de alguno que desconozco en otro lugar del mundo –perdónenme ustedes,
pioneros de la información-; pero el impacto en específico en este ataque ocurrido
en el “primer mundo”, retumbó en todo el globo, por lo que ya no hay argumentos
para negar que la intolerancia sigue vigente.
Se trata del horror encarnado, del calificado como el mayor
acto terrorista desde el 9-11 y del registro de toda clase de víctimas debido a
la diversidad racial en Estados Unidos; las primeras víctimas fueron
identificadas con ascendencia hispana.
PULSE es un club famoso entre las personas LGTB de todo el
mundo, que además de diversión nocturna, está comprometido con el activismo y
la concientización sobre el VIH. Ojalá que su lucha no termine con esta
lamentable pérdida. Ojalá los ultraconservadores de todo el mundo piensen dos
veces antes de volver a decir que la homosexualidad es una enfermedad o de
oponerse a las familias homoparentales.
No se trata de nuestra preferencia sexual ni de creencias
religiosas, sino de ir por la vida con mentalidad abierta sin dejar de lado la
ética. Si después de conocer todos los
detalles de este terrible crimen, aún existen personas que piensen que se trató
de una “purga divina”, vamos de mal en peor.
Por otra parte, si alguno de ustedes lectores, todavía cree que
es más importante protestar por el anuncio de la película de X-MEN o promover
lo dañino que es el gluten por encima de hacer algo efectivo respecto a la
mentalidad homofóbica y extrema; sugiero de manera urgente la visita a un psiquiatra.
Lo dejo a su criterio, después de todo este espacio es “Sin ánimos de ofender”.
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